El agility en perros es una disciplina deportiva que combina la agilidad, la velocidad, la precisión y la comunicación entre el perro y su dueño. Es una actividad muy popular en todo el mundo, tanto para perros de competición como para quienes buscan fortalecer el vínculo con su mascota y mantenerla activa y feliz.
Origen y historia

El agility nació en Inglaterra en la década de 1970 como una forma de entretenimiento en las exposiciones caninas. Con el tiempo, se convirtió en un deporte oficial reconocido por varias organizaciones internacionales, como la Fédération Cynologique Internationale (FCI) y la American Kennel Club (AKC). La idea principal era crear un circuito de obstáculos que los perros debían completar en el menor tiempo posible, siguiendo las indicaciones de sus dueños.
¿En qué consiste el agility?
El agility consiste en que un perro navega a través de un recorrido lleno de obstáculos, que pueden incluir túneles, saltos, slaloms, plataformas, rampas y otros desafíos. El dueño, que actúa como guía, debe dirigir a su perro mediante comandos verbales y movimientos corporales, ayudándolo a completar el circuito de manera rápida y sin errores.
Beneficios del agility en perros
Practicar agility tiene múltiples beneficios tanto físicos como mentales para los perros:
Ejercicio físico: Ayuda a mantener a los perros en forma, fortaleciendo sus músculos y articulaciones.
Estimulación mental: Requiere concentración, aprendizaje y resolución de problemas.
Fortalecimiento del vínculo: La colaboración y la comunicación mejoran la relación entre el perro y su dueño.
Diversión y bienestar: Es una actividad divertida que reduce el estrés y la ansiedad en los perros.
Preparación para otros deportes: Sirve como base para otras disciplinas caninas.
¿Qué obstáculos hay en un circuito de agility?
Los obstáculos varían según la categoría y el nivel, pero algunos de los más comunes son:
Saltos: Barreras que el perro debe saltar sin tocarlas.
Túneles: Tubos flexibles o rígidos por donde el perro debe pasar.
Slalom o zigzag: Barras horizontales que el perro debe esquivar en movimiento.
Plataformas y tablas de equilibrio: Superficies que el perro debe mantener en equilibrio.
Rampas y escaleras: Pendientes o escaleras que el perro debe subir y bajar.
Puentes y pasarelas: Superficies estrechas que requieren equilibrio y concentración.
¿Cómo se entrena un perro para agility?
El entrenamiento para agility implica paciencia, constancia y técnicas específicas. Es importante comenzar con obstáculos básicos y aumentar la dificultad progresivamente. La socialización y el refuerzo positivo son fundamentales para que el perro disfrute del proceso y aprenda con entusiasmo.

El entrenamiento suele incluir:
Familiarización con los obstáculos: Que el perro se sienta cómodo con cada uno.
Comandos básicos y específicos: Como «salta», «aquí», «izquierda», «derecha».
Trabajo en equipo: La comunicación entre el dueño y el perro es clave.
Práctica en circuitos: Para mejorar la velocidad y precisión.
¿Qué equipo necesita un perro para competir en agility?
Para competir, generalmente se requiere un conjunto de obstáculos homologados y un espacio adecuado para practicar. Además, los perros deben usar un arnés o collar adecuado.